Nunca se había arriesgado. Hasta ahora.
La obsesión de Rachel Palmer por no arriesgarse la llevó a un matrimonio de mentira. Ya divorciada, estaba dispuesta a comerse el mundo y a disfrutar de su independencia e iba a empezar a hacerlo dando a conocer sus joyas internacionalmente, para lo que iba a necesitar los consejos de Antonio Salerno... La ayuda profesional que él le ofrecía pronto se tornó personal. Estar tan cerca de un hombre tan sensual hacía que Rachel tuviera la sensación de que se estaba adentrando en territorio peligroso... y le encantaba.
Aquel hombre tenía todo lo que ella siempre había querido y se había negado, pero también tenía fama de cambiar de mujer como de camisa. ¿No sería un terrible error enamorarse de él?
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