El corazón de Cindy Danbury empezó a latir con fuerza cuando John Hale Hitchcock la invitó a bailar. El hombre que había adorado desde niña había vuelto, pero seguía siendo un sueño inalcanzable. En realidad, el papel de Cindy en la boda de su prima era servir canapés, no bailar con el padrino; sin embargo, algo en la mirada de Hitch la obligó a aceptar, despertando de nuevo sus emociones.
Atractivo, rico y soltero, Hitch era además amable, simpático y generoso. ¿Podría ver más allá de la timidez de Cindy y descubrir a la mujer vibrante y apasionada que llevaba dentro? Quizá ella debería despertar a su príncipe azul con un beso…
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