Quería enamorarla, pero... ¿se quedaría allí después para disfrutar de ese amor?
Con un solo vistazo a aquellas botas polvorientas y a esas musculosas piernas cubiertas de tela vaquera, la enfermera Becka Washburn supo que habían llegado los problemas a la sala de urgencias. De cerca, el jinete de rodeos Jett Garret era aún más guapo... y más peligroso para su frágil corazón. Así que lo cosió y lo mandó a casa, aliviada porque no volvería a verlo. O eso pensaba ella. Pero Jett deseaba seguir recibiendo los cuidados de la pelirroja, así que le ofreció un trabajo que no podía rechazar. Y no pasó mucho tiempo antes de que el soltero que jamás entregaría su corazón se empeñara en seducir a aquella cauta madre soltera...
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