La había seguido hasta París... para pedirle que se casara con él.
Cuando la sexy Camille Devereaux y el guapísimo ranchero australiano Jonno Rivers se conocieron la pasión surgió al instante. El que sus vidas fueran tan diferentes no podía cambiar el hecho de que ambos se encontraran irresistibles el uno al otro. Pero Camille no tardó en sentirse aterrada por el vértigo de comenzar una nueva relación y decidió huir a París. El problema era que Jonno no estaba dispuesto a darse por vencido, más bien al contrario, había decidido hacer todo lo que fuera necesario para convencer a Camille de que aceptara su proposición.
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