Annis Carew sabía perfectamente cuál era la razón por la que los hombres la perseguían: ¡el dinero de su padre! El inquietante y guapísimo Kosta Vitale era el primer hombre que estaba consiguiendo tentarla. ¿Sería solo un rompecorazones que estaba jugando con sus sentimientos?
A Kosta le gustaba controlar las situaciones; ya fueran en el terreno personal o en el de los negocios, pero su primer encuentro con Annis lo había dejado intranquilo, y no porque fuera una importante heredera, sino porque lo había hecho pensar en algo impensable: ¡el matrimonio!
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